El principal factor de riesgo es la radiación ultravioleta de los rayos solares, que puede producir en las personas cáncer de piel. Está demostrado que el riesgo de este tipo de cáncer es más alto en aquellas personas que se exponen al sol sin los cuidados adecuados. Por otro lado, los equipos de bronceado que emiten radiación UV (camas solares) también son cancerígenos.
Los exámenes radiológicos como radiografías, mamografías y tomografías emplean rayos X que son radiaciones ionizantes, es decir que tienen la potencialidad de dañar a las células. Estos procedimientos deben estar adecuadamente indicados por un profesional y realizados correctamente, para reducir la exposición a dosis de radiación innecesarias, particularmente en niños y jóvenes. La ecografía y la resonancia magnética no emplean radiaciones ionizantes.