Es importante que sepas que puedes consumir todo lo que es de origen natural, como frutas y verduras frescas, carne vacuna, pollo, pescado y huevos. Se recomienda no sólo seguir una alimentación libre de gluten, sino que también la misma sea saludable.
Una alimentación saludable debe ser variada, equilibrada y completa de tal manera que se cubran las necesidades nutricionales de carbohidratos, grasas, proteínas, fibras, vitaminas y minerales y también el agua como fuente de hidratación, permitiendo mantener un óptimo estado de salud.
Una alimentación saludable libre de gluten debe contener:
1. Verduras y frutas: se incluyen todas las verduras y frutas en su estado natural (frescas). Aquellas que son envasadas, deben ser aptas para celíacos. Se recomienda consumir variedad de frutas y verduras de todo tipo y color, al menos 5 porciones por día (una porción equivale a medio plato de verduras o una fruta).
Este grupo de alimentos ofrecen vitaminas, minerales, fibra y agua, muy necesarios para el funcionamiento de nuestro cuerpo y para prevenir enfermedades.
2. Legumbres, cereales, pan, papa y pastas: dentro de los cereales se incluyen granos, harinas, féculas y almidones libres de gluten: maíz, arroz, amaranto, harina o semillas de alforfón (también llamado trigo sarraceno), quinoa, harina de quinoa, harina de amaranto, harina de algarroba, mijo, harina de porotos, harina de garbanzos, fécula de papa, harina de soja, fécula de mandioca y premezclas elaboradas con estas harinas. Se incluyen también los derivados de los mismos, como panes, galletitas y pastas, elaborados con harinas o premezclas libre de gluten. Tanto para el caso de las harinas, féculas, premezclas, como sus productos derivados (panes, galletitas, pastas, panificados, etc.) y las legumbres, deberás elegir siempre aquellas marcas que se encuentren libres de gluten.
3. Leche, yogur y queso: seleccionar aquellos que sean aptos para celíacos. Una porción equivale a: 1 taza de leche, o 1 vaso de yogur, o 1 rodaja de queso cremoso del tamaño de una caja de fósforo pequeña o 1 cucharada tipo postre de queso crema. Este grupo aporta proteínas de muy buena calidad, vitamina A, D y calcio, importantes para formar y fortalecer huesos y dientes, entre otras funciones.
4. Carnes y huevos: en este grupo se incluyen todas las carnes frescas (de vaca, ave, cerdo, cordero, pescados, mariscos, etc.). Se sugiere siempre que se utilicen retirar la grasa visible o la piel del pollo antes de cocinar.
Este grupo de alimentos nos ofrece buenas proteínas y son fuente principal de hierro, vitamina B12. Con respecto a los fiambres y embutidos, se recomienda consumir con moderación.
5. Aceites, frutas secas y semillas (grasas): Una porción equivale a: 1 cucharada sopera de aceite o 1 puñado cerrado de frutas secas (nueces, almendras, nueces, castañas de cajú, otras. Sin sal y sin azúcar añadida) o 1 cucharada de semillas (sésamo, lino, chía, calabaza, amapola, girasol, sin sal y sin azúcar añadida) para estos casos se debe elegir aquellas con cáscara y/o envasadas que se encuentren libres de gluten. Aportan al organismo los ácidos grasos esenciales que éste no puede formar y que se necesitan a su vez para formar otras sustancias como hormonas y enzimas, fuente principal de vitamina D y antioxidantes.
6. Bebidas, Agua: Es fundamental el consumo de 8 vasos de agua (aproximadamente 2 litros de agua a lo largo del día). El agua es un elemento vital para el ser humano ya que el 70 % de nuestro cuerpo está formado por agua.
Un consumo menor de agua al necesario puede dañar la salud y alterar el funcionamiento de órganos, como los riñones.
7. ¿Qué pasa con los condimentos? Puedes cultivar tus propias hierbas frescas ya que son una opción saludable para darle sabor a las comidas.